En esta entrada del blog voy a compartir una pequeña explicación del proceso que he llevado para la elección de la estrategia del cuento que conté en el taller realizado en clase, la edad a la que lo destiné, lo que me fueron diciendo mis compañeros y cómo lo haría delante de niños en función de la forma en la que he preparado y ensayado la actividad. Finalizaré con una autoevaluación argumentada del desarrollo del taller.
En primer lugar veo necesario exponer la importancia que tienen los cuentos y, por consecuencia, la hora del cuento, en Educación Infantil. Son una parte muy importante del crecimiento de los niños, pues les permite disfrutar de la lectura y der rienda suelta a su imaginación. Los cuentos y la hora del cuento, como bien venimos viendo desde marzo, nunca han de tener una finalidad educativa. Han de estar destinados al simple disfrute. Bien es cierto que siempre aprendemos cosas, y los niños en este caso, de manera indirecta, pero nunca han de tener una finalidad diferente al disfrute de los mismos.
Por otro lado los relatos populares, por ejemplo, son una buena manera de aproximarse a las raíces culturales de la humanidad. Son historias capaces de abrir la mirada de los niños a otros mundos de nuestro alrededor, que nos ofrecen la memoria de otras gentes y de otros pueblos.
¿Os habéis fijado en las prácticas como los niños aprecian que les contemos un cuento en cualquier momento del día?
A mí me llamaba mucho la atención, siempre demandaban otro cuento o contar el mismo una y otra vez. Les encantan los cuentos porque es una forma diferente de disfrute. Ellos imaginan, se reconocen, sueñan y despiertan su curiosidad con la literatura.
También es importante que sepamos que los cuentos infantiles son una buena forma de crear un lazo de unión con los niños, fomentar su imaginación y su creatividad, ahuyentar los temores y en muchos casos hacerles sentir más valientes al inspirarse en sus personajes favoritos.
Por estas razones es por lo que elegí leer el cuento de “mi papá es un payaso” (uno de los libros que analicé en la primera entrada que hice en el blog).Creo que este cuento es ideal para los niños del último curso de infantil, 5-6 años, a esta edad tienen una mayor capacidad imaginativa, así como una muy buena capacidad para entender el lenguajes de los cuentos sin necesidad de adaptarlos, lo que hace que podamos contar el cuento en cualquier momento del día sin necesidad de haberlo aprendido anteriormente. La mejor hora para leer los cuentos sería antes de empezar la jornada y después.
He de decir que existen diversas formas de contar un cuento, bien puede ser en forma de cuentacuentos (donde no se utiliza ningún material más que la propia voz, la imaginación y la gesticulación, y el cuento lo contamos de forma oral habiéndonoslo aprendido previamente), narración (donde se cuenta el cuento utilizándolo para mostrar a los niños pero sin leerlo) y la lectura (donde la maestra lee el libro sin necesidad de aprendérselo previamente y no se le muestra a los niños, se deja que fluya su imaginación).
Yo para esta actividad opté por la estrategia de lectura, las otras formas de contar cuentos han de ser complementarias a esta. Con esto me refiero a que no siempre hay que contar los cuentos de la misma manera, hemos de ir cambiando, para que así los niños disfruten de la literatura de diferentes maneras.
A lo largo del ensayo (actividad que realizamos en clase) pude darme cuenta, gracias a la práctica y la ayuda de mis compañeros/as, que no siempre es tan fácil leer un cuento a los niños como parece. Es necesario practicar y soltarse para poder realizarlo bien y sobre todo trasmitir a los niños lo que queremos trasmitir, calma y disfrute. Por eso encontré la actividad de una gran utilidad. Creo que en la carrera de Educación Infantil, y en la asignatura de Literatura, es una actividad fundamental ya que nos servirá de mucho en el futuro desarrollo de nuestra labor como docentes.
Es por esto que si tuviese que leer el cuento que elegí a los niños de un aula de infantil:
- En primer lugar presentaría el cuento. Diría el título: “Mi papá es un payaso” y les preguntaría a los niños si les gustan los payasos o si no les gustan.
- Después leería el cuento intentando tener un tono poco lineal e interactuando con los niños, mirándolos o haciéndoles alguna pregunta. Por ejemplo en una parte del cuento cuando nos habla de la felicidad, preguntarles si ellos saben lo que es o cuando creen que son felices.
- Por último, tras haber leído el cuento, les haría una serie de preguntas relacionadas sobre todo con aspectos generales como si se han sentido identificados con el personaje, si ellos conocen a alguien con dos papás y que es lo que piensan sobre eso, si les parece bien a lo que se quiere dedicar el protagonista y si les parece bien lo que hace el compañero del protagonista al decirle “payaso”.
Quiero dejar constancia que a lo largo de la actividad en clase pude corregir algunos fallos que me comentaron mis compañeros como: interactuar más con el público (en este caso los niños) e intentar no tener el tono de voz tan lineal. Junto con esto pude aprender sobre las otras formas de trasmitir un cuento gracias a mis compañeros. Pude ver cómo lo hacían y que fallos cometían.
Creo que el Cuenta Cuentos es la forma más completa de trasmitir un cuento pero la más “difícil”. Digo difícil porque parece que nos da más vergüenza interactuar con los niños sin un soporte físico, pero creo que todo es cuestión de práctica y disfrutar de los que estamos haciendo y hacer que los niños también disfruten.
Recomiendo a todos los estudiantes de magisterio infantil que pasen por este blog que se animen a practicar esta actividad con sus compañeros, familiares, amigos, etc… Tiene una gran utilidad y nos ayuda a perder la vergüenza de exponernos ante los niños.
